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Principales motivos para no refinanciar: cuándo y por qué refinanciar podría ser una mala idea

20 de jun del 2023

LECTURA DE 7 MINUTOS

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El interés en el refinanciamiento ha subido muchísimo entre los propietarios de vivienda en el último año debido a que las tasas de interés han estado más bajas que nunca. En el verano de 2020, la tasa promedio bajó a menos del 3% por primera vez en la historia.

Es natural que los prestatarios quieran aprovechar las tasas bajas. Refinanciar tu hipoteca puede traer muchos beneficios, incluyendo reducir tu pago mensual y ahorrarte mucho dinero a la larga.

Pero es importante entender que no siempre es una decisión financiera inteligente. Si el refinanciamiento tiene sentido para ti depende de tu situación individual.

Estos son algunos motivos por los que no querrías refinanciar tu préstamo hipotecario.

Qué debes considerar antes de refinanciar

Cuando refinancias tu hipoteca, estás sacando un préstamo nuevo para reemplazar el que tienes. Los propietarios de vivienda generalmente deciden hacerlo porque obtener un préstamo nuevo tiene beneficios, como conseguir una tasa más baja o reducir el plazo.

El proceso es muy parecido al proceso de obtener una hipoteca para comprar una casa. Sin embargo, con un refinanciamiento en lugar de usar la hipoteca nueva para comprar una casa, la usas para pagar tu hipoteca actual. Luego haces pagos mensuales por la hipoteca nueva.

Cada vez que sacas un préstamo grande como una hipoteca, es un asunto importante. Estas son algunas de las cosas en las que los propietarios de vivienda deben pensar si están considerando refinanciar.

El gasto

Obtener un préstamo no es gratis. Con cualquier hipoteca, incluyendo el refinanciamiento de una hipoteca, debes pagar costos de cierre. En general, los costos de cierre están entre el 2% – 6% de la cantidad del préstamo.

Los costos de cierre generalmente se pagan en efectivo en el cierre. Si quieres mantener bajos tus costos pagados por adelantado, también puedes trasladar tus costos de cierre al costo del préstamo, o pedirle al prestamista que cubra tus costos de cierre a cambio de una tasa de interés más alta. A esto se le conoce como refinanciamiento sin costos de cierre.

Tu situación de crédito

Igual que cuando solicitas una hipoteca para comprar una casa, tendrás que cumplir los requisitos de crédito para que te aprueben para un refinanciamiento hipotecario.

Si tu puntuación de crédito ha cambiado desde que obtuviste inicialmente tu habitualmente, asegúrate de que siga cumpliendo los requisitos típicos de los prestamistas para aprobar una hipoteca (generalmente 620 para un préstamo convencional, 580 para un préstamo de la FHA). Si tu crédito es demasiado bajo para refinanciar, posiblemente tengas que pasar algo de tiempo reparando tu puntuación antes de hacer la solicitud.

Los prestamistas también verán otros aspectos de tu situación financiera, como tu relación deuda-ingresos, tu historial laboral y la cantidad de capital que tienes en tu casa.

El plazo del préstamo

Cuando refinancias, estás sacando un préstamo nuevo, lo que podría significar que estás alargando o acortando la cantidad de tiempo que pasarás pagándolo.

Supongamos que compraste tu casa usando una hipoteca a 30 años. Pasas unos años pagándola y luego decides refinanciar. Puedes elegir refinanciar a otra hipoteca a 30 años, lo que significa que esencialmente estarías reiniciando el reloj de tu plazo, o tal vez prefieras un plazo más corto que el original, como una hipoteca a 15 años, que podría elevarte los costos mensuales, pero ahorrarte más dinero en el largo plazo. Incluso es posible que puedas refinanciar a un plazo que corresponda a la cantidad de tiempo que te quedaba en el préstamo original.

El plazo del préstamo que es mejor para ti depende de tus objetivos.

Tu capital

El capital es tu interés de propiedad en tu casa. Es la cantidad de dinero que tienes en tu casa que no está atada a la hipoteca.

Por ejemplo: Compras una casa por $200,000. Para esta compra, hace un down payment del 20%, o $40,000. La hipoteca cubre los $160,000 restantes. Esto significa que comenzarás inmediatamente con un capital del 20% en tu casa. A medida que pagas tu hipoteca cada mes, o si el valor de tu casa sube, ese porcentaje aumenta.

Es posible que debas tener cierta cantidad de capital en tu casa antes de poder refinanciar.

Tu elegibilidad

Dependiendo del tipo de préstamo que tengas y el tipo de refinanciamiento que obtendrás, posiblemente tengas que esperar una cierta cantidad de tiempo después del cierre del préstamo original antes de refinanciar.

Además, si tu préstamo tiene una penalización por pago anticipado, quizás quieras esperar unos años hasta que la penalización ya no se aplique antes de refinanciar. No hay penalizaciones por pago anticipado con Rocket Mortgage®.

Sólo estoy explorando​.

Responde a unas cuantas preguntas y averigua lo que te puedes pagar, sin necesidad de comprobar tu crédito.

Cuándo no refinanciar tu hipoteca

Estas son algunas situaciones en las que refinanciar podría no tener sentido.

1. Te tomará mucho tiempo llegar al punto de equilibrio

Si planeas refinanciar a un pago mensual más bajo, podrías suponer que comenzarás a ahorrar dinero inmediatamente. Pero ese no es necesariamente el caso.

Para calcular tus ahorros, tienes que factorizar cuánto gastaste en obtener el préstamo y considerar cuánto tiempo planeas quedarte en la casa. Entonces, supongamos que gastaste en $8,000 costos de cierre. Una vez llegues al punto de equilibrio por esa cantidad, habrás recuperado la totalidad de los costos asociados con obtener el préstamo. Después de eso realmente comenzarás a ahorrar dinero.

Puede tomar un tiempo llegar a este punto. De nuestro ejemplo de arriba, supongamos que gastas $8,000 para refinanciar a un préstamo con el que te ahorras $100 cada mes. Para determinar tu punto de equilibrio, divide el costo total del préstamo entre tus ahorros mensuales.

8,000 ÷ 100 = 80

En este ejemplo, te tomará 80 meses, o más de 6 años, llegar al punto de equilibrio.

2. Te costará más en el largo plazo

Dependiendo del tipo de refinanciamiento que obtengas, tu préstamo nuevo podría terminar costándote más dinero en el largo plazo que si solo te quedaras con tu préstamo original.

Esto puede suceder cuando extiendes el plazo del préstamo, porque estás extendiendo la cantidad de tiempo que pasarás pagando intereses.

Sin embargo, extender el plazo del préstamo puede venir con muchos beneficios, especialmente si te está costando mantenerte al día con el pago de la hipoteca actual. Tener un pago mensual más manejable puede valer la pena para algunos propietarios de vivienda.

3. Ya tienes una tasa fija baja

Si las tasas están más bajas que la tasa de tu hipoteca actual puede parecer obvio refinanciar.

Pero si tu tasa ya es relativamente baja y las tasas vigentes no son significativamente más bajas que la tuya, posiblemente no ahorrarías tanto dinero como creías.

4. No puedes pagar los costos de cierre

Los costos de cierre incluyen cosas como tasaciones, cargo por emisión y otros costos asociados con preparar y cerrar tu préstamo.

Como mencionamos arriba, estos pueden costar entre el 2% y el 6% de la cantidad del préstamo, lo que es bastante dinero. Si no tienes suficiente dinero en efectivo, podrías tener la tentación de trasladar tus costos de cierre a la cantidad del préstamo o aceptar una tasa más alta para evitar pagar estos costos al principio.

Sin embargo, al hacerlo estás potencialmente reduciendo los ahorros de tu refinanciamiento porque ahora también estás pagando intereses sobre esos costos.

5. Planeas mudarte en pocos años

Generalmente no tiene mucho beneficio refinanciar si estás planeando vender pronto.

¿Recuerdas el punto de equilibrio? Si vendes tu casa antes de llegar a ese punto, no recuperarás todo el dinero que gastaste para obtener el préstamo, sin mencionar los ahorros que podrías estarte perdiendo.

6. Tu puntuación de crédito es demasiado baja

Si tienes una puntuación más baja que la que tenías cuando te aprobaron para la hipoteca original, podrías terminar con términos menos atractivos para tu refinanciamiento. Esto también es cierto para otros aspectos de tu situación financiera, como si tu relación deuda-ingresos aumentó.

7. Un pago mensual más alto estirará tu presupuesto

A veces, los propietarios de vivienda refinancian a un préstamo de plazo más corto para pagar su hipoteca más rápido y reducir la cantidad que pagarán en intereses durante la vida del préstamo. Sin embargo, esto puede ser riesgoso porque generalmente te deja con un pago mensual más alto.

El beneficio de tener un pago mensual más bajo es que te da más margen si te topas con un período de dificultad financiera o tienes un mes en el que tu presupuesto es más ajustado de lo habitual.

Si quieres pagar tu deuda más rápido, pero no estás seguro de si refinanciar a un plazo más corto sería bueno, podría tener más sentido solo hacer pagos adicionales cada mes. De esa manera, tienes la flexibilidad de hacer pagos más grandes cuando tu presupuesto lo permite y solo pagar tu cantidad normal cuando no tienes dinero en efectivo extra.

Además, incluso si tienes dinero extra en tu presupuesto para pasar a un pago mensual más alto, podrías decidir que ese dinero tiene un uso mejor, como ahorrar para la jubilación o invertirlo.

8. Estás arriesgando tu capital innecesariamente

Un refinanciamiento con desembolso de efectivo te permite usar el capital que tienes en tu casa y convertirlo en dinero en efectivo. Esto puede ser especialmente útil para cosas como pagar un proyecto de renovación que eleva el valor de tu casa o pagar una cantidad grande de deuda de interés alto.

Sin embargo, los refinanciamientos con desembolso de efectivo no siempre son la mejor opción de financiamiento, pues estás tomando capital de tu casa y creando más deuda que está asegurada por tu casa.

Si estás considerando un refinanciamiento con desembolso de efectivo, piensa en cómo planeas usar ese dinero y si te ayudará o perjudicará financieramente. Los refinanciamientos con desembolso de efectivo pueden ser de beneficio para los propietarios de vivienda, pero es importante sopesar las ventajas y desventajas antes de decidir qué es mejor para ti.

9. No has hecho los cálculos

En última instancia, si un refinanciamiento tienes sentido o no para ti se resume en cálculos matemáticos. Casa situación es diferente, y la única manera de saber si un refinanciamiento te ayudará a alcanzar tus objetivos —ya sea reducir tu pago mensual, pagar el préstamo más rápido o ahorrar dinero en intereses— es hacer los cálculos matemáticos basado en tus números personales.

Puedes comenzar ingresando tus números en nuestra calculadora de refinanciamiento para ver potencialmente cuánto podrías ahorrarte.

Explora tus opciones hipotecarias.

Solicita en línea para obtener recomendaciones de expertos y para ver lo que puedes ser aprobado.

Conclusión

El refinanciamiento tiene ventajas y desventajas. No existe una regla fija sobre si refinanciar es bueno o malo; como hemos dicho, todo depende de tu situación.

De hecho, hay muchos excelentes motivos para refinanciar, desde ahorrar dinero a reducir tu plazo y recibir dinero en efectivo. Si es una buena o mala idea solo depende de qué es adecuado para ti.