Por qué debes considerar poner tu casa en un fideicomiso

Hacer un plan de qué pasará a tu casa después de que mueras no es algo divertido, pero sí es importante. El proceso del juicio sucesorio se asegura de que tus bienes se distribuyan de acuerdo con tu testamento (o si falleciste y no tenías testamento, según las leyes de herencias de tu estado), pero esto puede ser un calvario largo y costoso.

Los fideicomisos de propiedades no están disponibles solo para quienes tienen grandes propiedades. Si eres como la mayoría de los propietarios de vivienda, tu casa es tu bien más valioso, por lo que tener un plan para ese activo —y para las personas que viven en él y esperan heredar la casa— puede facilitar la vida de tus herederos después de que tú mueras.

Un fideicomiso de propiedades es una entidad legal que permite que la propiedad pase de la persona que creó el fideicomiso (el otorgante) a la persona a la que quieren heredarle la propiedad (el beneficiario). Un fiduciario supervisa el fideicomiso y administra los bienes en nombre del beneficiario, de acuerdo con las instrucciones del otorgante.

Esta es una forma sencilla de verlo: Supongamos que tienes $20 y quieres dárselos a tu hija, Muriel, para que pueda usarlos cuando vaya al cine el sábado. Sin embargo, no se los quieres dar todavía, porque sabes que se los gastará en otra cosa si los tiene antes de tiempo. Tú vas a estar bastante ocupado el sábado y no sabes si estarás en la casa para darle los $20 así que decides darle los $20 a su hermana, Martha, y le pides que los guarde hasta el sábado, cuando debe dárselos a Muriel.

En este escenario, tú eres el otorgante, Martha es el fiduciario y Muriel es el beneficiario. Si, en lugar de darle el dinero a Martha, tú te quedaras con él y se lo dieras a Muriel, tú serías el otorgante y el fiduciario.

Si fueras a crear un fideicomiso legal real, el proceso sería definitivamente más largo, pero llegaremos pronto a eso.

El beneficio principal de poner tu casa en un fideicomiso es omitir el juicio sucesorio cuando mueres. Todos los demás bienes, independientemente de si tienes un testamento o no, pasarán por el proceso del juicio sucesorio.

El juicio sucesorio en bienes raíces es el proceso judicial por el que pasa tu propiedad cuando mueres. Durante este proceso, tus bienes pagarán cualquier deuda o impuestos que debas, y luego el resto de tu propiedad se distribuirá según tu testamento. Si falleciste y no dejaste un testamento, tu propiedad se distribuirá según las leyes de tu estado sobre la sucesión intestada.

El juicio sucesorio puede ser un proceso largo. Los patrimonios más sencillos pueden completarse en tan solo unos meses, pero el juicio sucesorio de los patrimonios grandes o las situaciones complejas puede durar hasta un año o dos. Si el testamento es impugnado, puede durar aún más. También puede ser caro cuando incluyes los cargos del tribunal, los gastos legales y los costos administrativos.

Además de evitar el juicio sucesorio, poner tu casa en un fideicomiso proporciona un plan para tu casa cuando mueras. El proceso también puede proteger tu casa en caso de que quedes incapacitado.

Si estás analizando si pones tu casa en un fideicomiso, asegúrate de considerar cómo el proceso afectará tu capacidad para cambiar tu hipoteca actual. Puede ser difícil cambiar los términos de tu hipoteca mediante un refinanciamiento después de poner tu casa en un fideicomiso. Si pudieras beneficiarte de refinanciar tu préstamo, considera pedirlo y ver qué opciones están disponibles ahora, antes de comenzar el proceso legal de poner tu casa en un fideicomiso.

Cuando pones un bien, como una casa, en un fideicomiso, generalmente te nombras a ti mismo como el fiduciario (si es un fideicomiso en vida revocable, sigue leyendo para obtener más información). También deberás nombrar un fiduciario sucesor que se encargará cuando mueras.

En ese punto, tu fiduciario elegido será responsable de seguir las instrucciones del fideicomiso y distribuir los bienes a tus beneficiarios. Puede darte paz mental saber que la propiedad de tu casa pasará a la persona que tú designes tan pronto como mueras (o bajo cualesquiera que sean las condiciones que estipules en el acuerdo del fideicomiso). El proceso también ayuda a tu beneficiario a evitar un proceso legal interminable.

Si ya tienes un testamento, ¿debes tener un fideicomiso? Realmente depende de tus necesidades y las de tu familia. En general, un fideicomiso es una forma más rápida y eficiente de que los bienes lleguen a tus herederos, pero establecer un fideicomiso es más caro que crear un testamento.

Los patrimonios bien planificados suelen usar ambos fideicomisos y testamentos. También puedes elegir poner solo algunos pocos bienes vitales, como tu casa, en un fideicomiso y que todo lo demás se decida con el testamento. Esto puede ayudar a asegurar una transferencia más rápida para la mayoría de tus bienes importantes, mientras que el resto de tu patrimonio pasa por el proceso normal del juicio sucesorio.

Un fideicomiso revocable, a veces llamado fideicomiso en vida, es uno que se puede revocar. Durante tu vida, eres libre de hacer cambios al fideicomiso o terminarlo por completo.

Con un fideicomiso revocable, generalmente actúas como tu propio fiduciario y designas a alguien más que se volverá el fiduciario cuando tú mueras o quedes incapacitado. Mientras estás vivo, tú tienes el control sobre el bien en el fideicomiso.

Cuando mueres, un fideicomiso revocable se vuelve irrevocable, y el fiduciario sucesor toma el control y administra el fideicomiso según tus instrucciones. Los fideicomisos revocables generalmente siguen estando sujetos a los impuestos estatales y no protegen tus bienes de los acreedores.

Fideicomiso irrevocable

Un fideicomiso irrevocable no se puede cambiar ni terminar después de ejecutarse. Con este tipo de fideicomiso, pierdes la propiedad sobre todos los bienes del fideicomiso y el fiduciario toma el control.

Como ya no eres el dueño del bien, ya no es parte de tu patrimonio y generalmente no estará sujeto a los impuestos estatales ni vulnerable a tus acreedores. Aunque eso pudiera parecer positivo, es importante considerar todas las implicaciones de ya no ser el propietario legal de los bienes que pones en un fideicomiso irrevocable.

Si estás pensando en poner bienes en este tipo de fideicomiso, consulta con un abogado primero.

Si quieres poner tu propiedad en un fideicomiso, primero tienes que crearlo. Para crear un fideicomiso en vida revocable, tendrás que elegir un fiduciario sucesor quien tomará el control del fideicomiso cuando mueras. También tendrás que nombrar a los beneficiarios.

Puedes elegir a cualquier persona para que sea el fiduciario sucesor, solo asegúrate de que sea alguien en quien puedas contar. Si tu patrimonio es algo complejo, puedes elegir a un abogado, una compañía fiduciaria u otro profesional para que sea tu sucesor.

Luego prepararás el acuerdo del fideicomiso, que es un documento con la información del fideicomiso. Puedes encontrar acuerdos de fideicomiso estándar en línea, o puedes pedirle a tu abogado que prepare los documentos. Para que el fideicomiso sea válido, debes firmarlo delante de un notario público.

Para incluir tu casa en el fideicomiso, debes completar una nueva escritura. Generalmente puedes encontrar formularios de títulos de propiedad específicos por estado en línea, o puedes pedirle a tu abogado que complete el proceso por ti. Este documento también debe firmarse delante de un notario público antes de registrarlo con el registrador del contado o en la oficina del secretario.

¿Todavía no estás seguro de si poner tu casa en un fideicomiso? Veamos específicamente algunas de las ventajas y desventajas de elegir esta opción.

Beneficios de poner tu casa en un fideicomiso

El beneficio principal de poner tu casa en un fideicomiso es evitar el juicio sucesorio. Poner tu casa en un fideicomiso también mantiene algunos detalles de tu patrimonio en privado. El proceso del juicio sucesorio es un tema de dominio público, pero el paso de un fideicomiso de un otorgante a un beneficiario no lo es.

Poner tu casa en un fideicomiso también puede ayudarte a evitar un proceso de juicio sucesorio en multiestatal. Por ejemplo, si tienes tu residencia principal en Colorado y una casa de vacaciones en Florida, tu propiedad en Florida tendrá que pasar por el proceso de juicio sucesorio de ese estado, mientras que el resto de tu patrimonio pasa por el proceso de juicio sucesorio de Colorado.

Eso significa que el ejecutor de tu patrimonio tendrá que manejar dos procesos de juicio sucesorio. Sin embargo, si pones tu casa de Florida en un fideicomiso en vida, puedes ahorrarle este trabajo adicional a tu ejecutor.

Desventajas de poner tu casa en un fideicomiso

Si tiene sentido que pongas tu casa en un fideicomiso depende en gran parte de tus objetivos. Establecer un testamento en vida —dependiendo de cómo lo hagas y los bienes que incluyas— puede ser un proceso complejo y costoso.

Además, si el fideicomiso solo incluye tu casa, todavía tendrás otros bienes que pasarán por el proceso del juicio sucesorio, por lo que no podrás omitirlo por completo. Como ya lo mencionamos, poner tu casa en un fideicomiso también puede dificultar el refinanciamiento, por lo que, si estás planeando un refinanciamiento con desembolso de efectivo o de tasa y plazos pronto, tal vez quieras postergar el fideicomiso.

Prepararte para la vida después de que mueras nunca es fácil, pero saber que coordinaste para que tus bienes pasen a tus herederos cuando ya no estés puede darte una paz mental que no tiene precio.

Como las leyes patrimoniales y de fideicomisos varían de un estado a otro, siempre es una buena idea consultar a un abogado cuando comiences a crear un plan patrimonial.

Antes de avanzar en el proceso legal, asegúrate de que tu préstamo hipotecario esté en orden. El refinanciamiento es una opción que debes considerar antes de poner tu casa en un fideicomiso. Explora tus opciones de refinanciamiento para ver para qué calificas o para hablar con uno de nuestros expertos en préstamos hipotecarios hoy mismo.